El fraude en línea, comúnmente conocido como phishing, registró más de 7 millones de intentos diarios durante 2006 en todo el mundo.Así lo señaló un informe elaborado por Symantec, donde destacó que estos intentos consistían en mensajes de correo electrónico aparentemente enviados por un banco o institución financiera.
De hecho, nueve de las diez marcas más utilizadas en los correos de phishing durante el 2006, pertenecieron al sector financiero.Un correo de phishing relacionado con un banco, típicamente trata de convencer al usuario que existe un problema con su cuenta y que necesita dar clic a alguna liga en el correo para actualizar su información.
La liga lleva al usuario a un sitio que parece del banco, pero que es controlado por un atacante.El sitio puede solicitarle ingresar información como nombre, dirección y número de cuenta además del nombre de usuario y clave de acceso.
Una vez obtenida esta información, los atacantes pueden usarla para solicitar préstamos, transferir fondos a otras cuentas y usar tarjetas de crédito.
Para evitar ser víctima de este tipo de ataques, el usuario debe sospechar de las ligas en correos supuestamente provenientes de su banco y si recibe un mensaje que parezca sospechoso, contactar al banco para confirmar que ellos lo mandaron y notificarles de la actividad fraudulenta, además de enviar la liga de la página a las diversas organizaciones que combaten este tipo de acciones.En el pasado, los gusanos de envío masivo eran los códigos maliciosos más comunes.
Estos gusanos se reenviaban a sí mismos como archivos adjuntos a mensajes de correo electrónico, llenando la bandeja de entrada de mensajes no deseados.
Dado que los gusanos se difundían en grandes cantidades, generaban amplios volúmenes de tráfico en línea y esto permitía a las compañías antivirus detectarlos de manera rápida e implementar las defensas necesarias.
Aunque este tipo de ataque estuvo presente en 2006, poco a poco está siendo reemplazado por ataques sigilosos y sofisticados.
Uno de estos ataques descubierto el año pasado, es LinkOptimizer, troyano que se instala a través de sitios Web maliciosos que aprovechan las fallas en navegadores como Internet Explorer y Firefox.
Si los usuarios visitan un sitio malicioso usando una versión vulnerable de los navegadores, el troyano se instala en la computadora del usuario y puede usar diversas técnicas para ocultar su presencia de manera que los programas antivirus no puedan detectarlo o removerlo de forma sencilla.
Los "rootkits", componente que a través de la discreción mantiene una presencia persistente e indetectable en una computadora, también utilizan técnicas silenciosas para propagarse.
Las acciones llevadas a cabo por un rootkit, como instalación y ejecución de códigos maliciosos, se llevan a cabo sin la aprobación o conocimiento del usuario.Las amenazas silenciosas que emplean técnicas usadas por los rootkits para esconderse se han vuelto muy comunes.
Por ello, se espera que a medida que más códigos maliciosos sean usados para obtener beneficios económicos serán más los ataques que buscarán esconder su presencia en las computadoras atacadas, lo que hace probable que en un futuro cercano, aparezcan más amenazas que empleen dichos mecanismos.